Una sala vacía en una planta de hospital vacía y oscura. Cables, máquinas. ¿Y todo para mi pequeño cerebro? Teniendo en cuenta ésto, en cuanto entré, ya deseaba salir. ¿Para qué iba a pasarlo mal si no van a solucionarme nada?
Dieron las once de la noche y aún la enfermera no había acabado de ponerme todos aquellos electrodos en mi cabeza y pecho. Veintipico cables con su respectivo pegote de pegamento cada uno que aún sigo teniendo en el pelo.
A las siete en punto y sin retraso alguno, la enfermera ya estaba allí para romper mi descanso y pisotearlo. Y lo digo así porque en las próximas siete horas -más o menos- me esperaba la peor tortura que alguien pueda hacerme: dormir veinte minutos y despertarme para después de dos horas volver a dormir veinte minutos. Así sucesivamente. Veinte minutos de gloria-Dos horas despierta-etc.
Después, al salir del hospital, dormía despierta. Me agotaron.
Espero que sirva para algo y me digan que estoy loca y que en mi actividad cerebral no hay anomalías, que alucino yo sola. Que nunca tendré narcolepsia ni cosas por el estilo.
En el hipotético caso de que los resultados fuesen malos, lo peor que podría pasar sería eso, que desarrolle una narcolepsia y algún momento de mi vida me convierta en alguien dependiente.
Si alguien desconoce la narcolepsia, seguro que os suene eso de que hay gente que se queda dormida de repente. Pues eso es. Los síntomas más conocidos de la narcolepsia son Parálisis del sueño, alucinaciones hipnagógicas y claplexia.
Yo cumplo las tres, pero cada una en su medida. La cataplexia creo que la noto cuando me río en exceso -la mandíbula se me relaja, me dan bostezos y todo el cuerpo se relaja muchísimo-, o también con los orgasmos. Sí, con los orgasmos. La mayoría del mundo los tenemos... La parálisis -si habéis leído éste blog, sabréis que la tengo de siempre- y las alucinaciones también. Y todo ésto sin droga.
Hace mucho que no escribes, espero que estés mejor, entiendo lo angustioso que puede resultar todo lo que cuentas en estas entradas, he sufrido parálisis del sueño y también pesadillas lúcidas, hace muchos años, que afortunadamente conseguí superar.
ResponderEliminarSin haber escarmentado años más tarde experimenté con sueños lúcidos, lo dejé no recuerdo por que, y una vez que traté retomarlo sufrí parálisis tuve alucinaciones muy inquietantes, falsos despertares uno tras otro... Angustia vaya.
Muchos ánimos, no sé que puedo decirte que no parezca que ya sepas, pero si quieres hablar sobre el tema, es una de esas cosas que no le pasa a mucha gente y no suelo encontrar con quien tratar.